24 HORAS DE GUARDIA
UN PUESTO DE TRABAJO PRIMITIVO
Dra Liliana Licciardi
Presidente de la Sociedad Argentina de Mujeres Médicas
Asociación Médica Argentina.
La expresión cuantitativa del avance de la mujer en el ámbito de la salud es un componente que no debe ser desatendido.
Las colegas que ingresan al sistema son jóvenes, en etapa seguramente de consolidación personal y familiar y se integran a un sistema que parecería poco reactivo a la evolución y cambios del perfil de los recursos que se incorporan.
Las respuestas adaptativas a los cambios del contexto social en el sistema público y también privado resultan insuficientes.
Esta situación invita a reflexionar sobre el estado actual de los sistemas de salud y las políticas de recursos humanos en el sector.
Es preciso señalar, por ejemplo, que el 90 % del aumento de las consultas hospitalarias en las últimas tres décadas dependió de la atención de las guardias.
La consulta de urgencia no tiene el perfil protocolar o normativo de una consulta externa, tampoco su seguimiento. Se requiere de personal entrenado para la rápida y exigente demanda, para ello las condiciones del medio ambiente deben ser favorables y los puestos de trabajo deberían ofrecer un rango horario adecuado para evitar las consecuencias del agotamiento de los médicos.
Las 24 horas consecutivas de guardia no resisten análisis.
Ante esta realidad cada vez son menos los profesionales especializados que se entusiasman con incorporarse a la medicina de urgencia, UTI, Neonatología, Psiquiatria o terapias en general. La oferta de guardia en el sector público es de 24 hs. Quien puede sobrellevar 24 hs de trabajo, a veces ininterrumpido, con breves momentos para reponerse y con la continua y lógica presión de familiares hacia quienes están manteniendo y protegiendo la vida de sus seres queridos…..
Estimamos que el cuerpo médico, sin mediar su condición de género, espera que los responsables del planeamiento de recursos humanos y las corporaciones gremiales breguen por esta necesidad de recomponer nuevos perfiles de cargos, que restablezcan el bienestar y las mejores condiciones de trabajo.
Es necesario elaborar proyectos a mediano y largo plazo para ir reemplazando esta acotada, limitada y desactualizada oferta de puestos de trabajo y adecuarlo no solamente a esta progresiva feminización sino al conjunto de los trabajadores.
Se necesitaría una gradual adecuación de la oferta estructural de recursos humanos de salud, apropiada a los nuevos paradigmas, a la calidad de atención de la demanda y al bienestar de los profesionales que la componen.
Necesitamos respuestas integrales para que los que ejercen este maravilloso espacio de compromiso no transiten por un sistema desactualizado que camina muy por detrás de la evolución social, laboral y sanitaria.
Algo es muy cierto la salud pública es una ciencia y un arte y para ello se necesita además de capacidad y experiencia, creatividad para resolver los problemas.
