Editorial Mayo 2013 – Las Mujeres y la Medicina

FEMINIZACION DELA PROFESION MEDICA

Dra. Liliana Licciardi

 

    Han transcurrido más de 100 años desde que, una mujer Nora Helmer de cierta frivolidad, se enfrentó a la imposición de un mundo de valores contradictorios que amenazaban su idea de felicidad,  la intimidación de su identidad y el precio de su libertad. Se derrumbaba el cristal de su “casa  de muñecas”

Una visión cultural de la mujer madre que instituyó durante siglos como único espacio de acción y de intervención al hogar. La mujer enseñando, incorporando sus hijos  a la sociedad  y cuidando la vida y editorial010513salud de su núcleo familiar.

Muchas mujeres intentaron con ningún o poco éxito traspasar esa barrera y avanzar con el propósito de incorporarse a otros espacios de la vida social, cultural y de servicios. Otras pudieron  vencer esos obstáculos…

Admirables y temerarias colegas nos precedieron en esta profesión y no se rindieron ante la falta de aire y las presiones que se ejercían para limitarlas en la expansión de sus proyectos sociales y laborales.

Y gracias a todas estas precursoras hoy estamos aquí, incorporadas plena y activamente al ejercicio de nuestra carrera y en un momento de la historia en que sostenidamente  se manifiesta un  claro  movimiento de feminización de la profesión.  

Las mujeres representan el 70% de la fuerza laboral del sector salud.

En la década del 60 el porcentaje femenino en la matrícula de las facultades de medicina apenas superaba el 10 %. En la actualidad ronda el 70%.

Revisando, por ejemplo, el acceso al ámbito público de la ciudad de Buenos Aires  he observado que un poco más del 60 % de los ingresos a la carrera médica profesional son cubiertos por mujeres. En especialidades clínicas como clínica médica, medicina familiar, endocrinología, dermatología, reumatología etc., el 75% de los puestos de trabajo son ocupados por mujeres.  A los   quirúrgicos  acceden en un 20 % mujeres, a excepción de obstetricia y ginecología donde cubren más del 80 % de los cargos.

El 80 % y más de todas las plazas de especialidades pediátricas son ejercidas por mujeres.

Ya están incorporándose progresivamente a especialidades quirúrgicas   que han sido coto exclusivo de los varones: traumatología y ortopedia, neurocirugía, urología…

Es precisamente esta expresión cuantitativa del  avance de la mujer  en el ámbito de salud  un componente que no debe ser desatendido.

Las colegas que ingresan al sistema son jóvenes, muchas de ellas ex residentes, en etapa seguramente de consolidación personal y con el proyecto de compartir seguramente su desarrollo e inserción profesional con su momento social y familiar. 

Muchos profesionales también, independientemente de su condición de género, verían con interés la recomposición de puestos de trabajo en los que se pudiera concentrar una dedicación extendida del ejercicio profesional.

Es necesario elaborar proyectos a mediano y largo plazo para ir reemplazando la acotada, limitada y desactualizada oferta de puestos de trabajo para adecuarla no solamente a esta progresiva feminización sino al conjunto todo de trabajadores.

Los cambios deberán ser planificados progresivamente.

Nuestras colegas aspiran compartir su dedicación y afán de desarrollo profesional  con su rol  familiar y social y verían con satisfacción  que las administraciones no estuvieran ajenas a sus expectativas.

Mayo 2013

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